Los aditivos alimentarios ofrecen varias ventajas en la industria alimentaria. Primero, pueden prolongar la vida útil de los alimentos al prevenir la contaminación microbiológica y el deterioro. Además, mejoran la seguridad alimentaria al garantizar la inocuidad de los productos. También ayudan a mantener la calidad organoléptica, como el sabor, textura y apariencia de los alimentos. Por último, los aditivos permiten la producción eficiente y rentable de alimentos, lo que contribuye a la disponibilidad y variedad de productos alimenticios en el mercado. Sin embargo, es importante utilizarlos de manera responsable y garantizar que cumplan con los estándares de seguridad y regulación.
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