La afirmación de Robert F. Kennedy Jr. de que ordenaría al CDC que elimine el fluoruro del agua potable en los EE. UU. se basa en una interpretación errónea de la evidencia científica que rodea la práctica de la fluoración del agua. Este artículo tiene como objetivo aclarar la base científica de la fluoración del agua y abordar las concepciones erróneas comunes, especialmente la supuesta neurotoxicidad del fluoruro.

Fluoración del Agua: Un Triunfo de Salud Pública

Desde su introducción en 1945, la fluoración del agua ha sido reconocida como una medida de salud pública segura y eficaz para prevenir la caries dental. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), junto con organizaciones líderes en salud como la Asociación Dental Americana (ADA) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), respaldan la fluoración del agua, destacando su significativa contribución a la mejora de la salud bucal.

La práctica implica ajustar la concentración de fluoruro en los suministros de agua pública a aproximadamente 0.7 miligramos por litro, un nivel considerado óptimo para prevenir las caries. El fluoruro fortalece la capa externa de los dientes, llamada esmalte, haciéndola más resistente a la caries. El CDC enfatiza que esta práctica ha llevado a una disminución notable de las caries y a ahorros sustanciales de costos para las familias y el sistema de salud.

Abordando las Preocupaciones sobre la Neurotoxicidad

Los opositores a la fluoración del agua suelen expresar preocupaciones sobre sus posibles efectos neurotóxicos, particularmente en el desarrollo cognitivo de los niños. Si bien algunos estudios sugieren una posible relación entre la exposición alta al fluoruro y puntajes de CI más bajos en niños, es crucial examinar el contexto de estos estudios y los niveles de fluoruro involucrados.

Muchos de estos estudios se realizaron en regiones con niveles naturalmente altos de fluoruro en sus fuentes de agua, que exceden significativamente los niveles recomendados para la fluoración del agua. Además, la evidencia que respalda una asociación entre el fluoruro y la neurotoxicidad en los niveles utilizados en programas de fluoración del agua es débil y, a menudo, está plagada de fallas metodológicas, incluyendo posibles sesgos.

El Informe del Programa Nacional de Toxicología (NTP)

Kennedy Jr. cita con frecuencia un borrador de informe del NTP, que sugiere una correlación entre la exposición al fluoruro y un CI más bajo en niños, para respaldar sus afirmaciones. Sin embargo, este informe no concluye definitivamente que la fluoración del agua a niveles estándar sea insegura. El informe reconoce la inclusión de estudios con bajos niveles de fluoruro, pero no proporciona una interpretación clara de los hallazgos en esos niveles.

Expertos que revisaron el informe del NTP para las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina expresaron preocupaciones de que las conclusiones del informe sobre el impacto del fluoruro en el CI podrían no aplicarse a los niveles bajos de fluoruro presentes en el agua adecuadamente fluorada.

Examinando la Evidencia

Varios meta-análisis recientes, que combinan datos de múltiples estudios para llegar a conclusiones más amplias, también han resaltado la limitada evidencia sobre la neurotoxicidad del fluoruro, especialmente en los niveles encontrados en el agua fluorada (0.7 mg por litro).

• Un meta-análisis de 2021 publicado en Scientific Reports vinculó la exposición alta al fluoruro con un CI más bajo, pero no encontró asociación entre la exposición baja al fluoruro (0.5 - 1 mg por litro) y problemas neurológicos. Los investigadores concluyeron que la calidad general de la evidencia era baja y que no apoyaba la afirmación de que el fluoruro causa daño neurológico, incluso en dosis relativamente altas.
• Otro meta-análisis en Environmental Research (2023) también concluyó que la exposición al fluoruro estaba asociada con puntajes de CI más bajos en niños, potencialmente a niveles tan bajos como 1 mg por litro o menos. Sin embargo, los investigadores advirtieron sobre la calidad de los estudios, señalando un alto riesgo de sesgo en aquellos que mostraban un impacto negativo significativo del fluoruro. Notablemente, el único estudio con bajo riesgo de sesgo no observó un efecto negativo del fluoruro en el CI.
• Un estudio de 2023 en la revista Public Health, centrado exclusivamente en estudios donde las personas estuvieron expuestas a niveles de fluoruro de 1.5 mg por litro o menos, no encontró una relación entre los niveles de fluoruro y el CI en sus análisis. Los investigadores concluyeron que la fluoración comunitaria del agua a estos niveles no se asocia con puntajes de CI más bajos en niños.

Considerando las Posibles Consecuencias de Terminar la Fluoración

Las llamadas para terminar la fluoración del agua requieren una discusión de las posibles ramificaciones, en particular el impacto negativo en la salud bucal y la exacerbación de las disparidades de salud.

El Dr. Steven Novella, neurólogo en la Escuela de Medicina de Yale, destaca que, si bien la evidencia sugiere posible neurotoxicidad a dosis altas de fluoruro, no se ha demostrado que la fluoración a niveles recomendados represente un riesgo en el mundo real. Argumenta que recae en demostrar que el riesgo asociado con el fluoruro en los niveles a los que están expuestas las personas supera los beneficios, lo cual los datos actualmente no respaldan.

Estudios que examinan las consecuencias de la interrupción de la fluoración del agua, como el caso de Calgary, Canadá, revelan tendencias preocupantes. La eliminación del fluoruro del suministro de agua ha estado vinculada a un aumento en las caries, particularmente entre niños de entornos socioeconómicos bajos. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar las posibles consecuencias de terminar la fluoración, especialmente para poblaciones vulnerables que pueden carecer de acceso a una atención dental adecuada.

Conclusión

La postura de Robert F. Kennedy Jr. sobre la fluoración del agua refleja una interpretación selectiva de la evidencia científica e ignora el consenso abrumador entre los expertos en salud pública. La afirmación de que el fluoruro en los niveles utilizados en los programas de fluoración del agua es neurotóxico no está respaldada por una evidencia científica robusta.

La práctica de la fluoración del agua se erige como un logro significativo de salud pública, jugando un papel crucial en la mejora de la salud bucal y la reducción de disparidades en salud. Terminar con esta práctica basado en temores no fundamentados podría tener consecuencias perjudiciales para individuos y comunidades, socavando décadas de progreso en salud dental.

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