La teosofía: una pseudociencia sin fundamentos científicos
La teosofía es un sistema filosófico y religioso que se basa en la idea de una sabiduría oculta o espiritual que puede ser obtenida a través de la meditación, la intuición y la revelación. Es un término formado a partir de las palabras griegas θεός, teos=
Dios y σοφία, sophos=
sabiduría. Fue fundada en 1875 por la charlatana
Helena Blavatsky, una mujer rusa que afirmó haber recibido enseñanzas de maestros ascendidos, seres espirituales que habitan en un plano superior de la realidad.
La teosofía sostiene que existe una única religión universal, que es la expresión de una verdad eterna que ha sido transmitida a lo largo de la historia a través de diferentes culturas y tradiciones. Esta verdad universal se conoce como la "Tradición Primordial".
Según la teosofía, el universo está gobernado por una fuerza inteligente y benevolente que se conoce como el Logos. El Logos es la fuente de toda la creación, y es el que le da al universo su orden y propósito.
El ser humano es un ser espiritual que está atrapado en el mundo material. El objetivo de la vida es alcanzar la iluminación, que es un estado de conciencia en el que el ser humano se une al Logos.
La teosofía como pseudociencia
La teosofía no tiene ningún fundamento científico. Sus afirmaciones sobre la existencia de una sabiduría oculta, la realidad de los maestros ascendidos y la naturaleza del universo no han sido respaldadas por pruebas científicas.
Las afirmaciones de la teosofía sobre la sabiduría oculta
La teosofía afirma que existe una sabiduría oculta que puede ser obtenida a través de la meditación, la intuición y la revelación. Sin embargo, no hay evidencia de que esta sabiduría exista.
La meditación, la intuición y la revelación son procesos subjetivos que pueden dar lugar a todo tipo de experiencias, pero no hay garantía de que estas experiencias sean verídicas.
Las afirmaciones de la teosofía sobre los maestros ascendidos
La teosofía afirma que existen seres espirituales que habitan en un plano superior de la realidad. Estos seres, conocidos como maestros ascendidos, son los que transmiten la sabiduría oculta a los seres humanos.
Sin embargo, no hay evidencia de la existencia de los maestros ascendidos. Las afirmaciones sobre ellos se basan en las experiencias personales de los teósofos, que no son verificables.
Las afirmaciones de la teosofía sobre la naturaleza del universo
La teosofía afirma que el universo está gobernado por una fuerza inteligente y benevolente que se conoce como el Logos. El Logos es la fuente de toda la creación, y es el que le da al universo su orden y propósito.
Sin embargo, no hay evidencia de la existencia del Logos. Esta afirmación es una especulación metafísica que no puede ser probada ni refutada.
El sello de la Sociedad Teosófica
Los cinco símbolos más destacados en el sello de la Sociedad Teosófica son:
Los dos triángulos entrelazados
El Ankh
La esvástica (Hindú, no la nazi)
El Ouroboros (La serpiente que se devora a sí misma).
Encima del sello está el Aum o palabra sagrada (véase Om).
Alrededor del mismo se encuentra el lema: No hay religión más elevada que la verdad.
Conclusión
La teosofía es un sistema de creencias que carece de fundamentos científicos. Sus afirmaciones sobre la existencia de una sabiduría oculta, la realidad de los maestros ascendidos y la naturaleza del universo no han sido respaldadas por pruebas científicas.
La teosofía es una forma de pseudociencia que apela a las emociones y a la imaginación de las personas. Sus afirmaciones pueden ser atractivas para aquellos que buscan una explicación espiritual para el universo, pero no tienen ningún valor científico.
