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La retirada de la vacuna de AstraZeneca: ¿Un caso único o una práctica común?

Introducción

En las últimas semanas, la retirada en Europa de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca ha generado un gran revuelo, especialmente entre los sectores antivacunas. Sin embargo, lo que muchos pasan por alto es que esta decisión ha sido tomada por la propia compañía farmacéutica, y no por motivos relacionados con su seguridad.

covid-19 Sólo se han producido unas pocas retiradas de vacunas debido a preocupaciones sobre la eficacia de la vacuna o sobre su seguridad. En los últimos años se han retirado varios lotes de vacunas debido a posibles problemas de seguridad detectados durante las pruebas de calidad.

Es importante señalar que la FDA y las autoridades sanitarias europeas, no han exigido la retirada del mercado de las vacunas COVID-19 de ARNm, ni las de AstraZeneca, como algunos antivacunas han afirmado falsamente.

Demanda frente oferta: La lógica del mercado

El mercado de las vacunas funciona como cualquier otro: la oferta se basa en la demanda. En el caso de las vacunas, el desarrollo implica un costo elevadísimo. Por lo tanto, no tiene sentido seguir produciendo y manteniendo una opción que ya no tiene suficiente demanda. Esta es la razón principal por la que AstraZeneca ha solicitado a la Unión Europea la retirada de su vacuna contra la COVID-19.

Ejemplos de vacunas retiradas por falta de demanda A lo largo de la historia, han existido numerosos casos de vacunas que han sido retiradas del mercado debido a la disminución de la demanda. Algunos ejemplos destacados son:

  • Vacuna contra la viruela: Esta vacuna ha sido la única en lograr la erradicación completa de un virus que afectaba a los humanos. Gracias a su eficacia, la vacunación dejó de ser necesaria en todo el mundo.

  • Vacuna oral contra la polio: Si bien la polio aún no ha sido erradicada, se encuentra en vías de desaparición gracias a las vacunas. En 2016, se dejó de comercializar la vacuna oral tradicional, siendo reemplazada por una opción inactivada con menos efectos secundarios.

  • Vacuna HIB: La vacuna original contra la bacteria Haemophilus influenzae tipo B fue sustituida por vacunas conjugadas, que ofrecen una inmunidad más duradera gracias a la activación de los linfocitos T.

  • Vacuna contra la rabia: La producción de la vacuna contra la rabia ha evolucionado de utilizar tejido neuronal de ratones a células Vero cultivadas en laboratorio. Esta nueva técnica ofrece mayor facilidad de obtención, inmunogenicidad y seguridad, por lo que las vacunas de células Vero han reemplazado en gran medida a las de células nerviosas en muchos países.

Más allá de AstraZeneca: Otras vacunas contra la COVID-19 retiradas

Cabe destacar que la vacuna de AstraZeneca no es la única contra la COVID-19 que ha sido retirada en Europa. En diciembre de 2023, se retiró la vacuna Valneva y en enero de 2024, la de Sanofi Pasteur.

Conclusión: Una decisión basada en la lógica, no en el alarmismo

La retirada de la vacuna de AstraZeneca no debe ser motivo de alarma. Es una práctica habitual en el mercado farmacéutico cuando una opción deja de ser demandada. La decisión se basa en motivos económicos y logísticos, no en riesgos para la salud.

Es importante analizar la información de forma completa y no dejarse llevar por alarmas infundadas. El desarrollo de vacunas ha sido crucial para la erradicación y control de diversas enfermedades, y su uso ha salvado millones de vidas.

Enfatizando la importancia de la vacunación

La vacunación es sumamente importante para la salud pública y la prevención de enfermedades infecciosas. Aquí hay algunos de los beneficios clave de la vacunación:

  • Prevención de enfermedades: Las vacunas ayudan a prevenir enfermedades potencialmente graves, incluso mortales, como la poliomielitis, la difteria, la hepatitis B, la meningitis, el tétanos y muchas otras.

  • Protección para las personas vulnerables: Al vacunarnos, nos protegemos a nosotros mismos y también a las personas que no pueden recibir vacunas por razones médicas, como los bebés, las personas inmunodeprimidas y los ancianos.

  • Eradicación de enfermedades: La vacunación ha permitido erradicar enfermedades como la viruela y ha sido fundamental para acabar con la poliomielitis en la mayoría de los países del mundo.

  • Ahorros en costos de salud: La vacunación es una medida de prevención muy eficaz y económica. Al evitar las enfermedades, se evitan también los costos de tratamiento y hospitalización, además de los costos socioeconómicos relacionados con la pérdida de productividad y la discapacidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef recomiendan la vacunación como una de las intervenciones más rentables en salud y un derecho humano fundamental. Por lo tanto, es crucial que las personas se vacunen para proteger su salud y la de las personas que les rodean.

Es importante consultar con fuentes confiables, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o las autoridades sanitarias locales, para obtener información precisa sobre las vacunas y su importancia para la salud pública.


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