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Hay miles de millones de partículas de plástico en una taza de té, y pronto, ¡en tu sangre!

La contaminación por microplásticos y nanoplásticos se ha convertido en una preocupación global que afecta a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluyendo algo tan aparentemente inocuo como disfrutar de una taza de té. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha arrojado luz sobre una fuente inesperada de estos contaminantes: las bolsitas de té comerciales.

bolsas de té

El problema de los microplásticos y nanoplásticos

Los microplásticos son partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros de longitud, mientras que los nanoplásticos son aún más pequeños, con un tamaño inferior a 1 micrómetro (0,001 mm). Estas diminutas partículas se han convertido en una amenaza omnipresente en nuestro entorno, encontrándose en los océanos, ríos, suelos e incluso en el aire que respiramos.

La producción mundial de plástico alcanzó los 335 millones de toneladas métricas en 2016, y según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada año se vierten al océano más de 8 millones de toneladas de plástico. Esta masiva producción y el insuficiente proceso de reciclaje han llevado a una situación alarmante de contaminación ambiental.

Fuentes de exposición humana a microplásticos y nanoplásticos

La exposición humana a estos contaminantes ocurre principalmente a través de dos vías:

  • Inhalación: Los microplásticos y nanoplásticos pueden ser liberados al aire por la abrasión de neumáticos, el desgaste de textiles sintéticos y la quema de basuras, entre otros procesos.
  • Ingestión: La contaminación de alimentos y bebidas es una fuente significativa de exposición. Se han detectado microplásticos en una amplia gama de productos, incluyendo:
    • Mariscos (especialmente mejillones y ostras)
    • Pescado (como el bacalao y el arenque)
    • Sal marina
    • Agua embotellada
    • Miel
    • Cerveza

El caso de las bolsitas de té

Un estudio realizado por el Grupo de Mutagénesis del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB ha revelado una fuente sorprendente y preocupante de microplásticos y nanoplásticos: las bolsitas de té comerciales.

Materiales utilizados en las bolsitas de té modernas

Tradicionalmente, las bolsitas de té se fabricaban con papel. Sin embargo, en los últimos años, algunos fabricantes han optado por utilizar materiales plásticos como el nailon o el polipropileno, argumentando que estos permiten una mejor difusión de los aromas. Los investigadores de la UAB analizaron bolsitas de té fabricadas con tres tipos de polímeros:

  • Nailon-6
  • Polipropileno
  • Celulosa

Liberación de Partículas Durante la Infusión

Los resultados del estudio son alarmantes. Al preparar una infusión, estas bolsitas liberan cantidades masivas de partículas de tamaño nanométrico:

  • El polipropileno libera aproximadamente 1 200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 136,7 nanómetros.
  • La celulosa libera unos 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros.
  • El nailon-6 libera 8,18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 138,4 nanómetros10.

Estas cifras son asombrosas y sugieren que una sola taza de té preparada con estas bolsitas podría contener miles de millones de partículas de microplásticos y nanoplásticos.

Técnicas de Análisis Utilizadas en el Estudio

Para caracterizar los diferentes tipos de partículas presentes en la infusión, los investigadores emplearon un conjunto de técnicas analíticas avanzadas:

  • Microscopía electrónica de escaneo (SEM)
  • Microscopía electrónica de transmisión (TEM)
  • Espectroscopia de infrarrojos (ATR-FTIR)
  • Dispersión de luz dinámica (DLS)
  • Velocimetría láser por efecto Doppler (LDV)
  • Análisis de seguimiento de nanopartículas (NTA)

Este enfoque multitécnica permitió a los investigadores obtener una caracterización detallada de las partículas liberadas, proporcionando información crucial sobre su tamaño, forma y composición.

Interacción con Células Humanas

Uno de los aspectos más preocupantes del estudio es la observación de cómo estas partículas interactúan con las células humanas. Los investigadores expusieron diferentes tipos de células intestinales humanas a las partículas teñidas y observaron su interacción e internalización celular.

Absorción por células intestinales

Los resultados mostraron que las células intestinales productoras de mucosidad presentaban la mayor absorción de microplásticos y nanoplásticos. Esto sugiere que la mucosidad intestinal podría desempeñar un papel crucial en la absorción de estas partículas contaminantes.

Penetración en el núcleo celular

Aún más alarmante es el hecho de que algunas partículas lograron penetrar hasta el núcleo de las células, donde se encuentra el material genético. Esta observación plantea serias preocupaciones sobre los posibles efectos a largo plazo de la exposición a estos contaminantes en la salud humana.

Implicaciones para la salud humana

Aunque la investigación sobre los efectos de los microplásticos y nanoplásticos en la salud humana aún está en sus primeras etapas, existen motivos de preocupación:

  • Inflamación y estrés oxidativo: Estudios han demostrado que estas partículas pueden acumularse en nuestro organismo y causar inflamación y estrés oxidativo.
  • Daño al ADN: Existe la posibilidad de que los microplásticos y nanoplásticos puedan dañar nuestro ADN.
  • Liberación de sustancias químicas tóxicas: Los microplásticos pueden actuar como vehículos de contaminantes ambientales y químicos añadidos durante su fabricación, como estireno, metales tóxicos, ftalatos, bisfenol A, bifenilos policlorados e hidrocarburos aromáticos policíclicos.
  • Transporte de patógenos: Se ha constatado la presencia de bacterias patógenas como Vibrio spp., Escherichia coli y Bacillus cereus en los desechos de plástico, lo que plantea la posibilidad de nuevas rutas de contaminación e introducción de patógenos en el suministro de alimentos.
  • Efectos a largo plazo desconocidos: Dado que la exposición humana a microplásticos y nanoplásticos es un fenómeno relativamente reciente, los efectos a largo plazo de la acumulación de estas partículas en nuestro organismo aún no se comprenden completamente.

Más allá del té: otras fuentes de exposición

Aunque el estudio de la UAB se centró en las bolsitas de té, es importante recordar que esta es solo una de las muchas fuentes de exposición a microplásticos y nanoplásticos en nuestra vida diaria. Otras fuentes incluyen:

  • Agua potable: Se han detectado microplásticos tanto en agua embotellada como en agua del grifo.
  • Alimentos marinos: Los organismos marinos, desde el zooplancton hasta especies de niveles tróficos superiores, ingieren microplásticos que luego pueden entrar en nuestra cadena alimentaria.
  • Sal marina: Se han encontrado hasta 600 partículas de microplásticos por kilogramo de sal.
  • Cerveza: Algunas marcas de cerveza pueden contener hasta 30 microplásticos por litro.
  • Miel: Se han detectado fragmentos de microplásticos y fibras en muestras de miel de diversos orígenes.
  • Aire: La inhalación de microplásticos presentes en el aire es otra vía importante de exposición.

Implicaciones ambientales

La contaminación por microplásticos y nanoplásticos no solo afecta a la salud humana, sino que también tiene graves implicaciones para el medio ambiente:

  • Contaminación marina: Los microplásticos son ingeridos por animales marinos, causando daños en su sistema digestivo y pudiendo llevar a la muerte.
  • Contaminación de la cadena alimentaria: Los microplásticos pueden contaminar la cadena alimentaria, afectando a especies en todos los niveles tróficos.
  • Contaminación del suelo: Los microplásticos también se acumulan en los suelos, afectando potencialmente a los ecosistemas terrestres y a la agricultura.
  • Persistencia en el medio ambiente: Debido a su difícil degradación, los microplásticos y nanoplásticos pueden permanecer en el medio ambiente durante décadas.

Medidas para reducir la exposición

Ante esta preocupante situación, es importante tomar medidas para reducir nuestra exposición a microplásticos y nanoplásticos:

  • Optar por té a granel: Una forma sencilla de evitar los microplásticos en el té es cambiar a té de hoja suelta, utilizando infusores reutilizables.
  • Reducir el uso de plásticos de un solo uso: Disminuir el consumo de productos plásticos desechables puede ayudar a reducir la cantidad de microplásticos que llegan al medio ambiente.
  • Filtrar el agua: Utilizar filtros de agua puede ayudar a reducir la cantidad de microplásticos en el agua potable.
  • Elegir productos naturales: Optar por productos cosméticos y de cuidado personal que no contengan microplásticos.
  • Apoyar políticas de reducción de plásticos: Respaldar iniciativas y políticas que busquen reducir la producción y el uso de plásticos.

Necesidad de más investigación y regulación

El estudio de la UAB subraya la necesidad urgente de más investigación sobre los efectos de los microplásticos y nanoplásticos en la salud humana y el medio ambiente. Además, pone de manifiesto la importancia de desarrollar métodos de prueba estandarizados para evaluar la contaminación por estos materiales en los alimentos y sus envases. Es crucial que se formulen políticas reguladoras para mitigar y minimizar esta contaminación de manera efectiva. A medida que el uso de plástico en los envases de alimentos continúa aumentando, es vital abordar la contaminación por microplásticos y nanoplásticos para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública.

Conclusión

La revelación de que una simple taza de té puede contener miles de millones de partículas de microplásticos y nanoplásticos es un llamado de atención sobre la omnipresencia de estos contaminantes en nuestra vida diaria. Aunque aún queda mucho por investigar sobre sus efectos a largo plazo en la salud humana, la evidencia existente sugiere que debemos tomar medidas precautorias para reducir nuestra exposición. El problema de los microplásticos y nanoplásticos es un desafío global que requiere una respuesta coordinada de científicos, legisladores, industria y consumidores. Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos abordar esta creciente amenaza para nuestra salud y el medio ambiente. Mientras tanto, la próxima vez que disfrutes de una taza de té, considera optar por hojas sueltas en lugar de bolsitas. Puede que sea un pequeño paso, pero es un comienzo en la dirección correcta hacia un futuro con menos plástico.

Artículo informativo sobre microplásticos. Fuente: Grupo de Mutagénesis, Departamento de Genética y Microbiología, UAB (España)

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2024/12/26
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