La ilusión del pasado cuántico: por qué la mecánica cuántica no dice que el pasado no existe

Generado por Kimi AI

Introducción: El Sensacionalismo de lo "Cuántico"

"El pasado no es real". Esta afirmación, titulada en artículos populares de divulgación científica, suena profunda, mística y revolucionaria. El artículo de Paul Davies en New Scientist explota exactamente este atractivo, sugiriendo que experimentos como el quantum eraser (borrador cuántico) demuestran que podemos "modificar" el pasado y que este carece de existencia independiente. Pero ¿es esta una interpretación científica legítima o un malentendido filosófico que vende libros?

La mecánica cuántica es, sin duda, la teoría más exitosa de la historia de la ciencia. Predice resultados experimentales con una precisión de una parte en mil millones. Sin embargo, su interpretación filosófica es un campo minado de especulaciones, malentendidos y, a menudo, afirmaciones sensacionalistas. El experimento de la doble rendija y su primo, el quantum eraser, no demuestran que el pasado no existe. Demuestran algo mucho más profundo y problemático: que nuestras intuiciones clásicas sobre realidad, causalidad y tiempo no se aplican al mundo microscópico. Pero de ahí a negar la existencia del pasado hay un salto lógico gigante que la mayoría de físicos cuánticos no están dispuestos a dar.


El Experimento de la Doble Rendija: ¿Dónde Está el Problema Real?

Thomas Young, en 1801, demostró que la luz produce patrones de interferencia al pasar por dos rendijas, sugiriendo su naturaleza ondulatoria. Con la llegada de la mecánica cuántica, el experimento se repitió con fotones individuales, y aquí surgió la paradoja: cada fotón individual sigue creando el patrón de interferencia, como si "pasara por ambas rendijas simultáneamente".

La Interpretación Mainstream: No es que el fotón pase por ambos lados

La afirmación de que "el fotón está en ambos lugares a la vez" es un malentendido popular. Lo que la mecánica cuántica dice es que antes de la medición, el fotón está en un estado superpuesto, descrito por su función de onda. Esta función de onda no describe una posición real, sino una distribución de probabilidad.

Cuando no observamos qué rendija atraviesa, la función de onda del fotón se propaga a través de ambas rendijas y se autointerfiere. No es que haya "dos fotones fantasmas", como sugiere Davies con términos poéticos. Es que la descripción matemática del sistema involucra términos que no corresponden a una trayectoria clásica definida. La interferencia no es evidencia de que el fotón "esté en ambos lados", sino de que nuestras categorías clásicas de "onda" y "partícula" son aproximaciones inadecuadas para describir la realidad cuántica.

Cuando colocamos un detector para ver por qué rendija pasa, no forzamos al fotón a "elegir" una trayectoria. Lo que hacemos es acoplar el sistema a un dispositivo de medición que no permite la superposición coherente. La función de onda se "colapsa" (en la interpretación de Copenhague) o se deslocaliza (en interpretaciones decoherentes) porque el acto de medición es una interacción física que destruye la interferencia.

El problema filosófico real no es que el fotón "cambie de naturaleza". Es que nuestro lenguaje y nuestras categorías mentales son insuficientes. Decir que "es onda y partícula" es como decir que un objeto es cubo y esfera a la vez. No es que el objeto sea ambas cosas; es que nuestras etiquetas son incorrectas.


El Quantum Eraser y la "Elección Retrasada": ¿Modificamos el Pasado?

El experimento de "elección retrasada" (delayed choice) de Wheeler es donde Davies y otros divulgadores encuentran la base para afirmar que el pasado no existe. La idea es que podemos decidir después de que el fotón haya pasado por las rendijas si queremos medir su naturaleza ondulatoria o corpuscular, y esa decisión parece "alterar" el comportamiento que tuvo antes.

Lo que realmente demuestra el experimento

Los experimentos realizados (Kim et al., 2000; Walborn et al., 2002) muestran que cuando usan fotones entrelazados y "borran" la información de qué camino tomaron, pueden recuperar el patrón de interferencia incluso después de que el fotón haya sido detectado. Pero esto no significa que estemos "cambiando el pasado".

Jonte Hance, físico cuántico de Newcastle University, explica correctamente que estos resultados muestran que "las correlaciones que obtienes a través del entrelazamiento tienen que poder encajar en cada forma posible de medir un sistema". No es que borremos el pasado; es que el pasado no estaba definido de la manera que creemos.

Lorenzo Catani, investigador del International Iberian Nanotechnology Laboratory, aclara que incluso Wheeler no creía que su experimento implicara influencia hacia atrás en el tiempo. Wheeler concluyó que "uno debe abandonar cierto tipo de realismo: la idea de que el pasado existe independientemente de su registro en el presente".

Esto es fundamentalmente diferente a decir "el pasado no es real". Wheeler decía que el pasado no existe como una realidad objetiva independiente de la medición. Es una distinción sutil pero crucial. No está negando la existencia del pasado; está negando que el pasado tenga propiedades definidas independientes del contexto experimental.

El Problema con la Divulgación Sensacionalista

Davies escribe: "El pasado, presente y futuro son solo ilusiones. En eso Einstein estaba equivocado. El error está en la palabra 'el'. *Un* pasado existe hoy en los registros históricos, pero consiste en una multiplicidad vasta de 'pasados fantasma' entrelazados".

Esta frase suena profunda pero es semanticamente vacía. Es como decir no hay el árbol; hay un árbol que es una multiplicidad de átomos". Es cierto pero trivial. La existencia de múltiples descripciones microscópicas no niega la realidad macroscópica.


Conclusiones: Un Pasado Real pero Indescribible

El artículo de Davies es un ejemplo de divulgación que prioriza el asombro sobre la precisión. Al sugerir que "el pasado no es real", comete el pecado capital de la divulgación científica: confundir interpretación filosófica con evidencia experimental.

La crítica final a la frase "el pasado no es real"

Es una falacia de categoría. Es como decir "el color no es real" porque en el nivel atómico solo hay interacciones electromagnéticas. El color es real en el nivel fenomenológico donde lo experimentamos. El pasado es real en el nivel macroscópico donde vivimos.

La mecánica cuántica nos enseña que el mundo es más extraño y menos intuitivo de lo que creemos. Pero no nos enseña a negar la realidad macroscópica. Nos enseña que nuestras categorías mentales son herramientas aproximadas, no verdades últimas. El pasado existe. Lo que no existe es una descripción clásica simple del pasado cuántico. Y esa es una lección de humildad, no de aniquilación ontológica.

Referencias

  1. Davies, Paul. "Why quantum mechanics says the past isn't real", *New Scientist* (2025)
  2. Hance, Jonte; Catani, Lorenzo. "The quantum eraser doesn't rewrite the past it rewrites observers", *Physics World* (2025)
  3. Wikipedia. "Double-slit experiment" (2025)
  4. Wikipedia. "Quantum eraser experiment" (2025)
  5. Wheeler, John A. "Information, physics, quantum: The search for links", *Proc. 3rd Int. Symp. Foundations of Quantum Mechanics* (1989)
  6. Faye, Jan. "Copenhagen Interpretation of Quantum Mechanics", *Stanford Encyclopedia of Philosophy* (2019)
  7. Ma, Xiao-song et al. "Delayed-choice gedanken experiments and their realizations", *Rev. Mod. Phys.* (2016)