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El Antropoceno: ¿Un concepto muerto o en evolución?

Introducción

El cuatro de marzo de 2024, la comunidad geocientífica tomó nota de la negativa de la Comisión Internacional de Estratigrafía a catalogar el Antropoceno como una nueva época geológica. Una elección que, si bien no cuenta con un apoyo unánime, sí es ampliamente aprobada por los geólogos.

estratos geología Hay que decir que, desde la aparición del concepto, el Antropoceno ha planteado problemas a muchos investigadores de las ciencias de la Tierra. Y con razón.

La reciente decisión de no oficializar el Antropoceno como una nueva época geológica ha generado controversia en la comunidad científica. Algunos lo ven como un revés, mientras que otros lo consideran una oportunidad para reevaluar y fortalecer el concepto. Para comprender mejor la situación, es necesario analizarlo desde la perspectiva de los principios científicos que guían la escala temporal geológica.

El Antropoceno: Un concepto necesario para describir la realidad ecológica

La noción de Antropoceno no fue propuesta por un geólogo, sino por un químico, Paul Joseph Crutzen, Premio Nobel en 2000, para describir la época actual y el hecho de que los seres humanos, o al menos ciertas sociedades, interfieren en las fuerzas naturales y en los grandes procesos geológicos. De hecho, el impacto medioambiental causado por la humanidad (contaminación, cambio climático, erosión excesiva, reducción de la biodiversidad e incluso extinción masiva) podría dejar huellas en los archivos sedimentarios. De ahí surgió la idea de incluir el concepto de Antropoceno en la famosa escala del tiempo geológico como una nueva época que sucede al Holoceno (el periodo actual que comenzó hace 12 000 años).

Más allá de la categorización geológica oficial, el Antropoceno tiene un valor fundamental para describir la situación ecológica actual del planeta. La influencia humana sobre el sistema terrestre ha alcanzado una magnitud tal que ha dejado una huella indeleble en el registro geológico. El cambio climático, la deforestación, la acidificación de los océanos y la extinción masiva de especies son solo algunos ejemplos del impacto humano en la Tierra. El Antropoceno nos permite reconocer la magnitud de este impacto y la necesidad urgente de tomar medidas para mitigarlo.

La escala de tiempo geológico: Una herramienta para los geólogos

La escala de tiempo geológico es una herramienta fundamental para los geólogos, ya que les permite organizar y comprender la historia de la Tierra a lo largo de miles de millones de años. Se basa en la identificación de marcadores geológicos, como capas de roca, fósiles y cambios en la composición química de los sedimentos. Estos marcadores deben ser duraderos, a escala global y representar un cambio significativo en el sistema terrestre.

El problema de la durabilidad de los marcadores antropogénicos

En este contexto, el Antropoceno como época geológica ha planteado varios problemas. El primero es el del marcador. Uno de los principales desafíos para oficializar el Antropoceno radica en la durabilidad de los marcadores propuestos. Si bien el impacto humano ha sido profundo, aún no está claro si los marcadores que lo representan, como los plásticos o los sedimentos radiactivos, perdurarán lo suficiente en el registro geológico para ser identificados en el futuro distante.

Aunque la contaminación por plásticos es omnipresente hoy en día y plantea un grave problema ecológico, se trata de materiales basados en el carbono que acabarán degradándose con el tiempo. Dentro de unos millones de años (un pelo en la escala del tiempo geológico), prácticamente no quedará rastro de ellos en los sedimentos. Lo mismo ocurre con el vidrio y el hierro, e incluso con los residuos radiactivos.

Un problema de duración

Otro aspecto que se debate es la duración del Antropoceno. Algunos argumentan que se trata de un evento demasiado breve para ser considerado una época geológica, que típicamente duran millones de años. Otros proponen que el Antropoceno podría ser solo una fase dentro de una época más larga, como el Holoceno.

La cuestión del Antropoceno plantea por tanto un punto importante, que es conocer el alcance de la perturbación humana en los sistemas de la Tierra a escala del tiempo geológico. No se trata en absoluto de minimizar este impacto, que es dramático, ni de decir que no debamos tomar medidas para reducirlo. Pero el hecho es que, dado el ritmo al que estamos consumiendo combustibles fósiles, es poco probable que las sociedades humanas (según su modelo actual) sobrevivan lo suficiente como para dejar un registro fósil que pueda interpretarse como una auténtica época geológica, comparable a los estratos del Eoceno, por ejemplo (que duró 31 millones de años). El segundo problema del Antropoceno es, por tanto, temporal.

Además, a diferencia de las demás eras geológicas, que se han definido todas a posteriori, el Antropoceno sería la única que se definiría a priori. De hecho, apenas estamos en sus inicios y no tenemos ni idea de cuánto puede durar. Es imposible tener suficiente retrospectiva para establecer una definición clara.

¿No es una época, sino un "accidente antropogénico"?

Suponiendo que la humanidad no pueda seguir por este camino durante mucho más tiempo (tanto si acaba muriendo por su propia culpa como si cambia radicalmente su modo de vida), digamos que en menos de diez mil años, La velocidad de sedimentación y la degradación de los productos de la humanidad harán que la llamada época del Antropoceno sólo sea visible en la estratigrafía como un acontecimiento extremadamente breve y dramático (según la escala de tiempo geológica), algo así como la crisis del Cretácico-Paleoceno que supuso la extinción de los dinosaurios. Por ello, muchos científicos sugieren que el término Antropoceno (cuyo sufijo -ene hace referencia a una época geológica) pase a denominarse «accidente antropogénico», «crisis antropogénica» o «antroproblema». Estos términos, más rigurosos en cuanto a la realidad científica, serían mucho más preferibles.

¿Ha muerto para siempre el Antropoceno?

La decisión de no oficializar el Antropoceno no significa que el concepto esté muerto. De hecho, este debate ha abierto un espacio para una reflexión más profunda sobre su significado y las implicaciones que tiene para la comprensión de la historia de la Tierra. Es probable que el concepto del Antropoceno continue evolucionando a medida que se acumule más evidencia y se refine la comprensión del impacto humano en el planeta.

En conclusión, la decisión sobre el Antropoceno es compleja y tiene implicaciones que van más allá de la simple categorización geológica. El concepto sigue siendo una herramienta valiosa para describir la realidad ecológica actual y para impulsar la acción hacia un futuro más sostenible. El debate actual puede servir como una oportunidad para fortalecer el concepto del Antropoceno y enriquecer nuestra comprensión de la relación entre la humanidad y el planeta.



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