La forma correcta para abrigarse
La Ciencia de las Capas
El principio de usar capas para abrigarse se basa en la física de la termorregulación y la transferencia de calor. Cuando se usan varias capas finas, se crea una serie de bolsas de aire entre ellas. El aire es un mal conductor del calor, lo que significa que actúa como un aislante natural. Al tener múltiples capas, se aumenta la cantidad de aire atrapado, reduciendo así la pérdida de calor corporal.

Capa Base: La primera capa, conocida como la capa base, debe ser de un material que absorba la humedad, como el poliéster o la lana merina. Esta capa está en contacto directo con la piel y su función principal es alejar el sudor de la piel, manteniendo al usuario seco. La humedad es el enemigo del calor, ya que el agua conduce el calor 25 veces mejor que el aire, lo que significa que si la piel está húmeda, el cuerpo perderá calor rápidamente.
Capa Intermedia: La segunda capa, o capa intermedia, es la encargada de proporcionar aislamiento. Aquí es donde se puede jugar con diferentes materiales como la lana, el forro polar, o incluso plumas. Esta capa debe ser lo suficientemente gruesa para atrapar el calor, pero también debe permitir la transpirabilidad para que la humedad de la capa base pueda escapar.
Capa Exterior: La capa exterior, o capa de protección, debe ser impermeable y resistente al viento. Materiales como el Gore-Tex o el nylon con tratamiento DWR (Durable Water Repellent) son ideales. Esta capa protege contra los elementos externos, como la lluvia, la nieve y el viento, que pueden disipar rápidamente el calor corporal.
El Orden Ideal de las Capas
- Capa Base: Comienza con una camiseta térmica o una camiseta de lana merina. La lana merina es excelente porque no solo absorbe la humedad sino que también regula la temperatura, manteniendo al usuario caliente cuando hace frío y fresco cuando hace calor.
- Capa Intermedia: Añade una prenda de forro polar o una chaqueta de lana. Esta capa debe ser ajustada pero no apretada, permitiendo que el aire circule entre las capas.
- Capa Exterior: Finalmente, una chaqueta impermeable y resistente al viento. Esta capa debe ser lo suficientemente grande para acomodar las capas inferiores sin restringir el movimiento.
Aplicaciones Prácticas
- En el Trabajo: Para aquellos que trabajan en ambientes fríos, como en la construcción o en exteriores, el uso de capas es crucial. La capa base puede ser una camiseta térmica, seguida de una camisa de franela o un suéter de lana, y finalmente una chaqueta de trabajo resistente al viento y al agua.
- En la Montaña: Los excursionistas y montañistas deben considerar la altitud y las condiciones climáticas. Aquí, la capa base puede ser de lana merina, seguida de una chaqueta de plumas o forro polar, y una capa exterior que proteja contra el viento y la nieve.
- En la Ciudad: Para el uso diario en la ciudad, la capa base puede ser una camiseta térmica, seguida de una camisa de vestir o un jersey, y una chaqueta ligera pero impermeable para los días lluviosos o ventosos.
Consideraciones Adicionales
- Movilidad: Las capas deben permitir el movimiento. Si una capa es demasiado ajustada, puede restringir la circulación y la movilidad, lo que a su vez puede hacer que el usuario sienta más frío.
- Transpirabilidad: Es crucial que las capas permitan la transpiración. Si la humedad no puede escapar, el usuario se sentirá incómodo y eventualmente más frío.
- Adaptabilidad: Las capas deben ser fáciles de ajustar. En un día que comienza frío pero se calienta, poder quitarse una capa sin tener que desvestirse completamente es una ventaja.
- Materiales: La elección de materiales es vital. La lana merina, el poliéster, el forro polar y los materiales impermeables son los más recomendados. Evita el algodón en la capa base, ya que retiene la humedad.
Conclusión
Abrigar correctamente no solo es una cuestión de comodidad, sino también de salud y eficiencia. Usar varias capas finas en lugar de una gruesa permite una mejor regulación de la temperatura corporal, la movilidad y la adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas. Al seguir el orden ideal de capas y elegir los materiales adecuados, se puede disfrutar de actividades al aire libre, trabajar en ambientes fríos o simplemente caminar por la ciudad sin comprometer el bienestar. Este enfoque no solo es práctico sino que también refleja una comprensión profunda de cómo nuestro cuerpo interactúa con el entorno, demostrando que la ciencia y la moda pueden ir de la mano para mejorar nuestra calidad de vida.
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